Si viajas a Gijón también tienes oportunidad de disfrutar de la naturaleza: por algo la comunidad asturiana se identifica como un paraíso natural.
Existen variadas razones para incluir las botas en la maleta en tu viaje a la ciudad. Las rutas verdes de su alrededor son un buen ejemplo de ello. Si quieres disfrutar de unas vacaciones distintas, escoge la ruta que más se adapte a tu interés y combínala con tu estancia en la capital de la Costa Verde.
Te dejamos las propuestas más atractivas que te cautivarán si te gusta el senderismo, las playas salvajes y los bosques de película. Y todo a un paso de la ciudad.
Senda del Cervigón
La Senda del Cervigón es un precioso tramo que discurre por la costa desde el final de la Playa de San Lorenzo hasta la Playa de la Ñora. Te sumergirás en acantilados, playas vírgenes sin explorar, bosques y hermosos paisajes. Se trata de una ruta que se puede hacer en familia sin dificultad, pues al ser su trazado lineal, si en algún momento te cansas, puedes acortar y regresar cuando te parezca.
La ruta comienza en la Playa del Cervigón, también conocida como El Rinconín. En el camino nos toparemos con varias esculturas, como la de Cantu los díus fuxios, de Adolfo Manzano y Solidaridad, de Pepe Noja, obra que pesa más de tres toneladas y está compuesta por formas cilíndricas con aspecto de eslabones entrelazados.
Desde la verde llanura de El Rinconín se divisa la subida a la casa de Rosario Acuña, escritora y periodista conocida por ser defensora de la igualdad entre mujeres y hombres. Una vez que se pasa la casa se puede ver el Cabo de San Lorenzo y la Playa de Peñarubia debajo. Al lado de la zona de recreo se encuentra la escultura de Joaquín Rubio Camín, llamada Castillo de Salas, que debe su denominación a un granalero que embarrancó en el Campo de Valdés allá por el año 1986.
El camino, que es atravesado por carretera de asfalto, asciende en zig zag hasta el Parque del Cabo San Lorenzo, donde podremos elegir entre subir por las escaleras o por la senda. Y ya en el mirador, diseñado en forma de proa de un barco, se pueden ver varias esculturas, como Homenaje a Galileo Galilei XV o Paisaje Germinador.
La senda discurre bordeando el Parque del Cabo de San Lorenzo subiendo hasta la Colina del Cuervo, cerca de la Capilla de la Providencia. Tras atravesar la Playa de Serín, se desciende hasta la carretera que lleva a la Playa de Estaño. y después de pasar un pequeño arroyo, empieza un importante repecho que nos aproxima al final de la senda en la Playa de la Ñora, a una distancia de un kilómetro más o menos. En la parte final, el paseo se sumerge un un bonito bosque de eucaliptus, con un impresionante mirador desde el que avisamos la Playa de la Ñora.
Para hacer el camino de vuelta, podemos regresar por la senda donde hemos venido o enlazar con la senda que comienza en la Playa de la Ñora y nos lleva hasta La Llorea.
- Distancia: 8,9 kilómetros
- Tiempo: Caminando 3 horas, corriendo 1 hora y 30 minutos, en bici 1 hora y 15 minutos. Senda recomendada para realizar caminando
- Desnivel: 99 metros
- Desnivel acumulado: 292 metros
- Tipo de firme: Baldosa, enlosado de piedra y asfalto. Tramos con escaleras
Senda del Río Ñora
Esta senda comienza en la Playa de la Ñora, justo donde acaba la Senda del Cervigón. Al igual que la anterior, se trata de un ruta muy sencilla, para toda la familia, y de nuevo con una belleza increíble. Discurre por el interior de un bosque denso y húmedo junto al curso del Río Ñora. Tendrás la sensación de estar en lo más profundo de un bosque asturiano, e incluso a veces olvidarás que a muy poca distancia está el centro de Gijón, ¿Te lo vas a perder?
El paisaje del que vamos a disfrutar sin duda parece de película: pequeños puentes de madera, árboles que asoman a la orilla, troncos caídos a modo de pasarelas naturales, cascadas… En esta silenciosa ruta que bien podría ser el paraíso, todo nos trae calma. Entrar en esta senda es como estar dentro en un bosque de cuento encantado, a veces parece que nos podemos encontrar con algún personaje mitológico de Asturias, como una xana o un trasgu...
La senda comienza en el Campo Municipal de Golf de La Llorea. Se inicia el camino a la izquierda de los aparcamientos del campo. Por la izquierda podemos ver L’ALtu L’Infanzón y algo más atrás las tierras de La Olla y monte Deva. Antes de de perder de vista el campo de golf, al bajar por una pequeña pendiente divisamos por la derecha un imponente roble. A continuación llaneamos un poco para posteriormente torcer a la izquierda y emprender la bajada hacia el arroyo de La Llorea. Si bien todavía no es posible ver el río pues permanece escondido entre la vegetación, sí podemos escuchar el agradable sonido de sus aguas. Es aquí donde comienza una bonita galería de árboles que nos acompañará hasta el destino final en la Playa de La Ñora.
Después de pasar un cruce comenzamos varios tramos de camino que descienden en zig zag hasta llegar al Arroyo El Forcón, nombre que tiene el Río Ñora en la parte alta. En la unión de los dos ríos se encuentra un terreno llano. En el camino por esta zona ribereña pasaremos al lado del que fue Molín de Máximo’l Corollu. La ruta está bien señalizada, por lo que no existe riesgo de que nos perdamos. Debemos de seguir siempre la corriente río hacia abajo, aunque en el camino nos topemos con algunos cruces que comunican con las casas situadas más arriba. Los parajes son frondosos y a veces incluso sombríos, mientras que la luz se filtra entre la vegetación dando un ambiente único.
Durante el recorrido cruzamos varios puentes, de manera que a veces vamos junto a una orilla del río y en otras ocasiones en el otro lado. Siguiendo el camino se puede ver la presa y el resto del canal que daba abasto al Molín de Pilo. Continuamos por un sendero hasta llegar a la carretera que comunica Cabueñes con Quintueles. En este punto perdemos de vista el río, y el suelo que ya se va volviendo de color claro por la arena y sal que arrastran las mareas, nos avisa lo cercano que está el mar.
En el momento en que abandonamos el bosque nos atrapa el ruido de las olas, y la Playa de La Ñora nos recibe bajo un gran acantilado entre montañas abierto al Mar Cantábrico. Para el regreso, podemos volver por el mismo camino o enlazar desde la playa con la Senda del Cervigón.
- Distancia: 4,4 kilómetros
- Tiempo: Caminando 1 hora y 30 minutos, corriendo 50 minutos, en bici de montaña 40 minutos
- Desnivel: 126 metros
- Desnivel acumulado: 138 metros
- Tipo de firme: Camino natural
Senda de Peñafrancia
El recorrido empieza en la rotonda de La Guía (Somió), lugar en el que se ubica la escultura Sentimientos. Desde ahí nos dirigiremos a Les Mestres, desembocadura del río Peñafrancia con el río Piles. Andando por la ribera, en el lado derecho se avista el hipódromo. Después de pasar por debajo de unos puentes se atraviesa una zona llega de vegetación ribereña hasta llegar al Campus Universitario.
La ruta discurre por otro frondoso paraje a la orilla del arroyo, que nos conduce al campo de golf de El Tragamón y a continuación una corta cuesta que nos lleva hacia la carretera del mismo nombre.
Continuamos el camino junto a los edificios del campo de golf. Después, se cruza la carretera para seguir el trayecto por el camino de Los Maizales, quedando en la izquierda La Carbayera´L Tragamón, un imponente bosque de robles centenarios, y a su lado una finca llamada La Isla, que da acceso al Jardín Botánico: allí podemos ver el funcionamiento del antiguo Molín de Rionda.
A continuación se entra en la parroquia de Cabueñes, donde el entorno se vuelve del todo rural, lleno de prados, setos naturales y casas de labor con cuadras y hórreos, con árboles frutales y campos de pasto a su alrededor.
El camino sale a la carretera Santuario, que se debe seguir unos metros hasta la finca donde se sitúa la capilla de Nuestra Señora de la Corrada, que forma parte de la Casona de los Cifuentes. En el fondo podemos contemplar el imponente edificio de la Universidad Laboral. Y una vez más, el camino da a parar a la orilla del río Peñafrancia, bordeando el terreno donde se encuentra la casona de los García Jové, antes de llegar a un lugar llamado La Charca, que es la zona ideal para hacer una parada en el camino junto a la fuente La Castañal. Después atravesamos la carretera de El Trole y continuar por la caleya´l Molín pasando un puentecillo y volviendo a toparnos con el arroyo tras pasar el Centro de Formación Laboral Ocupacional y llegar a la casa donde antiguamente se encontraba el molín de Segundo´L Molín.
Ahora salimos a la carretera y llegamos a la parroquia de Deva, quedando atrás el desvío del camping municipal. Seguimos bajo la estupenda sombra de altos árboles hasta llegar a la Quinta´l Conde, donde podemos deleitarnos contemplando la iglesia parroquial de San Salvador de Deva.
La senda acaba en lo que bien podría ser el paraíso: el Güeyu Deva, un conjunto compuesto por una fuente, un lavadero, un puente de piedra y un enorme estanque. Dice la leyenda que del güeyu donde nace en arroyo salían las xanas o nifas astures de las aguas, que eran vistas en el día de San Xuan.
- Distancia: 7,8 kilómetros
- Tiempo: Caminando 1 hora y 45 minutos, corriendo 45 minutos, en bici 40 minutos
- Desnivel: 54 metros
- Desnivel acumulado: 120 metros
- Tipo de firme: Zahorra caliza compactada
Senda Fluvial del Piles
Este trayecto fluvial pegado al río Piles tiene una extensión de 19 kilómetros, entre el puente del Piles y la parroquia de la Vega. Desde una zona verde que se conoce como el kilometrín, durante los dos kilómetros del inicio la senda tiene un aspecto de un tranquilo paseo de ciudad, rodeado de árboles y farolas modernas. Una vez que pasamos la glorieta de La Guía, donde el Piles se junta con el Peñafrancia, la ruta empieza a ser más natural, pasando el suelo a ser de arena caliza.
Bordeando las instalaciones del Grupo Covadonga y Les Mestes, entramos al barrio de Viesques hasta el parque fluvial del Piles. De la totalidad de los senderos que encontramos, el más bonito es el que acompaña al río Piles, con grandes meandros y conjuntos de chopos, sauces y otros árboles. Con el agradable sonido del agua acompañándonos y después de pasar varios puentes de madera, dejamos el parque por la zona de La Coria.
En este momento, pasando un pequeño bosque de abedules y robles, la ruta nos conduce hacia el enlace de vías compuesto por la unión de las autovías del Cantábrico y Minera. Después de este tramo, y tras una leve pendiente, se levanta frente a nuestra vista, El Caballón, una elevación artificial construida para absorber las avenidas del Piles. Unos metros más adelante, en la confluencia de senderos, podemos seguir el paseo por el curso del río Piles o tomar la senda que va junto a la Canal del Molín.
La senda de la Canal del Molín discurre entre los prados del barrio de Granda de Baxo, hasta su unión con el arroyo de Llantones. Conforme vamos avanzando, el camino se torna más amigable y cómodo, a la sombra de los chopos y robles. El trecho del final es el más bonito, tanto por su trayectoria serpenteante, como por la considerable selva que se encuentra a la orilla. En el cruce tenemos que decidir si seguimos el paseo por el arroyo de Llantones, o reemprendemos el camino del río Piles.
La senda del arroyo de Llantones nos deja ampliar nuestro peregrinaje hasta llegar a la Vía verde de la Camocha, en Samartín de Güerces. Apenas a un kilómetro del cruce de aguas, llegamos a una acequia que abastecía al molín de Manolo el Río, una antigua finca tradicional. Un poco después, el trayecto pasa por debajo de la carretera de Pola de Siero, quedando en el lado derecho la antigua escuela de Granda. La senda atraviesa en este punto la parte con más encanto, escondida entre la vegetación ribereña y con el agradable ambiente del constante sonido del agua. El Llantones toma aquí las aguas que movían el molín de Gilledo, que se puede ver un poco más adelante. Según continuamos la senda se introduce en las vegas de La Reina y la Belga, hasta que las cercanías de la mina La Camocha es el preludio del final del recorrido. Después de abandonar la instalación municipal de Piti, del camino principal surge otro que conduce al Llantones hasta los huertos de ocio. En este punto, la ruta dice adiós al río buscando el Camín de Cagüezo, donde se puede conectar con la Vía Verde de La Camocha.
En la parte donde empieza el camino de la Canal del Molín volvemos a recuperar la senda del Piles. En el recorrido de los 500 metros iniciales, el tramo cruza el parque fluvial de la Carbayera, hasta llegar al camino de Granda a Cabueñes, que nos conduce al puente de Vaones, parte en la que la senda recupera el itinerario natural. El paseo es agradable, para tomar mayor fogosidad en las cercanías del cruce de aguas, donde el río marca unos acusados meandros y la vegetación de la ribera se torna más abundante. Un camino de madera une esta travesía con los senderos del arroyo de Llantones y de la Canal del Molín. Aguas arriba, la ruta se tuerce hasta que vemos las casas de Vega de Baxo. En las proximidades de la carretera de Pola de Siero, la senda sigue el curso del arroyo de Santencía hasta Vega, cruzada por un puente para peatones. En este momento el recorrido se curva pegado al lado derecho del río, pasando por Les Prairíes y La Piquella, hasta las cercanías del parque del Primero de Mayo, donde finaliza.
- Distancia: Itinerario A: 9,2 kilómetros. Itinerario B 9,4 kilómetros
- Tiempo: Itinerario A: Caminando 2 horas y 5 minutos, corriendo 55 minutos, en bici 50 minutos. Itinerario B: Caminando 2 horas y 10 minutos, corriendo 56 minutos, en bici 50 minutos
- Desnivel: Itinerario A: 49 metros. Itinerario B: 76 metros
- Desnivel acumulado: Itinerario A: 105 metros. Itinerario B: 119 metros
- Tipo de firme: Zahorra caliza compactada en ambos itinerarios
Vía Verde de La Camocha
El recorrido de esta ruta sigue en muchos de sus tramos el trayecto del ferrocarril minero que unía los pozos de La Camocha con Veriña. Comienza en El Poblao de Santa Bárbara, en Tremañes, un barrio con pasado industrial al que se puede acceder por la avenida de Oviedo.
Desde la pista deportiva la ruta comienza bajando una leve pendiente, junto a la finca Quinta La Torre, que fue palacio de los marqueses de Casa Tremañes. El descenso finaliza junto a los campos de fútbol, en las cercanías de la fuente El Morteru, donde se encontró la estela consagrada a la diosa Fortuna Balnearis. La vía verde continúa paralela al arroyo Pilón, en un recorrido repleto de árboles y vegetación ribereña, que se atravesará mediante un puente de madera hasta llegar a La Fana, parroquia de Roces.
En Roces caminamos por debajo de la carretera de Oviedo, desembocando en un sector de polígonos industriales que discurren en paralelo a la calle Louis Pasteur, que dejaremos atrás a medida que nos acercamos a un tramo desde el que reconoceremos el palacio de la duquesa de Riansares, rodeada de una gran superficie de árboles de gran atractivo. En el camino podemos encontrar castañales, álamos, lloreos, carbayos y otras variedades autóctonas. A sus orillas crecen silvestres los helechos y las zarzas. En ocasiones nos cruzaremos con caminos locales, como la que por ejemplo a la izquierda conduce a Mareo.
En el lado derecho divisamos algunas naves pertenecientes al polígono de La Vega, perteneciente a la Parroquia de Porceyo. En este punto, el arroyo marca la separación entre esta parroquia y la de La Pedrera.
Después de otro cruce, caminamos cercanos a la Casa de Rubiera, en La Pedrera. Se trata de una quintana o casa asturiana de labranza, situada a la derecha. La morada luce un escudo solariego, compuesto por 6 círculos o puntos. A su lado se encuentra el llagarón, y de frente una panera con decoración con motivos populares asturianos.
A continuación atravesamos el regatu La Pedrera y un extenso túnel con luces que bajo la carretera Carbonera nos lleva a la parroquia de Leorio/Llorio. En ese lugar, a la izquierda sobre unos huertos se encuentra la finca La Torre, con las instalaciones del Real Grupo Covadonga en el barrio de Mareo de Baxo. Después nos encontramos con el puentón, un puente de ferrocarril antiguo, donde se sitúa otra área de descanso y unas espléndidas vistas al sur del valle de Llantones, El Picumil y L´Altu La Madera. Al retomar el camino podemos distinguir la silueta de la iglesia parroquial de Santa María de Leorio, derruida en la Guerra Civil, que no ha sido reconstruida, ya que sus piezas fueron usados para construir un panteón en el cementerio de La Pedrera. En la parte de abajo del puentón dejamos la casa en la que estaba el conocido molín de Payares, el cual contiene una panera tallada.
Transitando por debajo del viaducto de la autovía Minera, y cogiendo como punto de referencia la silueta del Picu´l Sol, que divisamos al entrar en la parroquia de Samartín de Güerces, nos sumergimos en un idílico paisaje rural presidido por los castillos de los pozos de la mina La Camocha, donde finaliza esta vía.
Podemos volver por el mismo itinerario bajando hasta Granda o Roces, o cogiendo el autobús que pasa por la zona.
- Distancia: 7,3 kilómetros
- Tiempo: Caminando 1 hora y 40 minutos, corriendo 40 minutos, en bici 35 minutos
- Desnivel: 68 metros
- Desnivel acumulado: 96 metros
- Tipo de firme: Zahorra caliza compactada, asfalto
Situación de las distintas sendas y vías verdes en la ciudad de Gijón
En este mapa podrás ver dónde están situadas las sendas y vías verdes que nosotros te proponemos. Podrás ver dónde empieza y dónde finaliza cada una, así como otra información que te resultará útil a la hora de realizarlas.
Gijón, una ciudad, muchos caminos
La ciudad no es solo un destino, también es el origen. Desde la ciudad se puede peregrinar a Santiago por el Camino del Norte, ir hacia el sur siguiendo la Ruta Vía de la Plata o recorrer paso por paso el Camino a Covadonga.
Una estupenda opción para aquellos viajeros o turistas que no disponen de muchos días es elegir el Camino a Covadonga, con una extensión de 76 kilómetros, que se puede recorrer en dos o tres etapas. Esta ruta tiene un enorme interés paisajístico, cultural, religioso y etnográfico. El camino empieza en el Güeyu Deva, justo donde acaba la senda de Peñafrancia, y discurre durante cinco kilómetros por la zona oriental del municipio de Gijón.
Aquellos viajeros que prefieran disfrutar de un viaje más largo a pie o en bicicleta, pueden poner rumbo a Santiago siguiendo el Camino del Norte, que recorre la costa cantábrica y encierra una gran belleza paisajística. Si no existe opción de alejarse de Gijón, siempre se puede recorrer el tramo del Camino de Santiago que atraviesa el concejo de este a oeste a lo largo de poco más de 19 kilómetros.
Por su parte, la Ruta Vía de la Plata es el recorrido de mayor distancia que se puede empezar desde Gijón. Se pueden hacer las primeras etapas a pie o en bicicleta, o bien realizar en moto toda la ruta en dirección a Sevilla, el otro extremo del recorrido cultural y turístico. Esta ruta está señalizada por itinerario de Gran Recorrido GR 100, y los primeros kilómetros pasan por la zona central asturiana, cruzando además los municipios de Llanera, La Ribera/Ribera de Arriba, Morcín, Riosca, Mieres, Aller/Ayer y Llena.
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